Tambores que le hablan a la brisa
Golpes secos en el viento Rompen de la noche la quietud. El respirar a cada paso más lento Descansa el pensamiento sin luz. El címbalo seductor la mente despierta El amanecer adorna con su vibrar, Su sonido una suave caricia, belleza Que logra las miradas en el horizonte fijar Acordes en metal y madera Tambores que con la brisa hablan, Emoción entrelazada con rudeza Como jinetes que por la noche oscura cabalgan. Melodías decoradas con verso y poema Describen el más profundo sentir Noche y día la canci+on hacen eterna Como toros que al dolor intentan embestir. Traviesas cajas su voz luchan por hacer oír Y a cada momento se oye más clara y firme Intensamente combaten para las notas no dejar morir Haciéndolas solitarias y libres. Ansioso cencerro las melodías atraviesa De alegría y dinamismo colmándolas, Con las otras voces feliz se entremezcla De pasión y fortaleza adornándolas. El gran señor de voz entrecortada La melodía de