Tierra inclemente
(Almas que respiran en su seno)
Inesperadamente un día
La tierra sus entrañas movió.
Sin saber que en ella vida había
A los hijos del desierto en su vientre encerró.
¿Por qué eres tan malvada, madre tierra
Con estos hombres que su vida te han dado?
¿Por qué no sientes, tierra nuestra,
El dolor que tu inclemencia ha causado?
Treinta y tres corazones
Laten en tu seno
Treinta y tres hermosas razones
Que merecen nuestro esmero.
No se rindan
Continúen aguantando
Por favor resistan
Porque nuestro corazón
Late junto al de ustedes.
No los dejaremos
Los estaremos ansiosos aguardando
Con fuerza los apoyaremos
Y con cariño los abrazaremos.
La vida con ansias los espera
Para generosa colmarlos de bendición
El cielo acogerlos anhela
Para iluminar sus pasos con el brillante sol.
El viento las banderas mueve con alegría
Porque sus ojos abiertos aún están
La brisa sopla con energía
Porque desea sus rostros acariciar.
Que sus almas no decaigan
Porque junto a ustedes permanecemos
Que la desesperanza no los destruya
Porque, cuando sus ojos al cielo vean por fin,
Todos con amor los acogeremos.
(Almas que respiran en su seno)
Inesperadamente un día
La tierra sus entrañas movió.
Sin saber que en ella vida había
A los hijos del desierto en su vientre encerró.
¿Por qué eres tan malvada, madre tierra
Con estos hombres que su vida te han dado?
¿Por qué no sientes, tierra nuestra,
El dolor que tu inclemencia ha causado?
Treinta y tres corazones
Laten en tu seno
Treinta y tres hermosas razones
Que merecen nuestro esmero.
No se rindan
Continúen aguantando
Por favor resistan
Porque nuestro corazón
Late junto al de ustedes.
No los dejaremos
Los estaremos ansiosos aguardando
Con fuerza los apoyaremos
Y con cariño los abrazaremos.
La vida con ansias los espera
Para generosa colmarlos de bendición
El cielo acogerlos anhela
Para iluminar sus pasos con el brillante sol.
El viento las banderas mueve con alegría
Porque sus ojos abiertos aún están
La brisa sopla con energía
Porque desea sus rostros acariciar.
Que sus almas no decaigan
Porque junto a ustedes permanecemos
Que la desesperanza no los destruya
Porque, cuando sus ojos al cielo vean por fin,
Todos con amor los acogeremos.
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